-No llores más. Vamos, sabías que tenía que
pasar. Sabías que la distancia lo estropearía todo. Pero tú te
enamoraste. No me hiciste caso. Cada palabra que te decía era una
sonrisa tuya, una ilusión más. Tú coleccionabas ilusiones, yo guardaba
todos los abrazos que te estoy dando. Los necesitas. Porque él ya no
estará. Solo te está haciendo daño, princesa. Él y la distancia; la puta
distancia. No quiero verte mal, necesito ver tu sonrisa de siempre. Esa
que decías que él te sacaba con tanta facilidad. Sé que ya no está, que
necesitas olvidarle. Te ayudaré, pero primero debes olvidar cada
palabra, cada momento, y cada ilusión.
+Y una mierda. No pienso, ni
quiero olvidarle. Sí, puede que ahora esté llorando, y me duela que él
no se de cuenta de nada y que encima esté tan lejos. Pero no por eso voy
a rendirme. Le quiero, lo tengo claro. Y sonreiré, puede que tarde,
pero lo haré. Por él. Porque como bien dices, él me hacia sonreír. Y con
el paso del tiempo, cuando todo cambie, lo volverá a hacer. Porque
estoy enamorada de él, no de aquel de allí, ni de ti, si no de él. Y ni
tú ni nadie podrá hacer que eso cambie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario